Sacando provecho fotográfico de un fin de semana rural

Siempre que puedas, llévate la cámara.

Está demostrado que las cosas se ven mejor en la distancia, tanto los momentos buenos, como los malos. En este caso, en este reportaje fotográfico, intento retratar algunos momentos de algo bueno, muy bueno. Y todo en un entorno rural no muy lejos de Madrid.

La fotografía de lifestyle es sencilla y complicada a la vez. Depende sobretodo del nivel de preparación que llevemos, sin embargo, a mí me encanta dejarme sorprender por el lugar al que voy a ir. Si tengo claro que voy a poder sacar un par de horas para estudiar el entorno y la luz con la que voy a trabajar, no necesito más que la cámara para dejarme llevar (esto a nivel profesional, no es ni habitual ni recomendable). Aquí, Adobe pone un ejemplo de cómo se puede trabajar dentro de este estilo.

Además, hoy en día o se usa para todo o no se usa, ya que esa manía que tenemos de categorizar las cosas, nos hace esclavos de las etiquetas. La llamada lifestyle photography puede englobar fotografía de viajes, de paisaje, de interior, de moda… Aunque creo que la clave siempre es encontrar ese punto de momento orgánico dentro de todo, como si la serie fotográfica resultante fuera un libro y pasas las páginas sin pararte a pensar si hay coherencia entre una escena en el mar y otra en el interior de una casa porque hemos conseguido transmitir que todo está en la misma historia.

Para mí, decir que irte de casa rural con gente, amigos, de cuando en cuando, es una forma de vida en toda regla y, si además se consiguen momentos más cotidianos enfrente de la cámara, aún mejor.